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jueves, 27 de noviembre de 2014

2.5 Reflexión sobre el e-portafolio docente: rúbrica

La capacidad de reflexionar sobre su propia enseñanza es una de las características más importantes que definen a un buen profesional docente, capaz de participar activamente en la evaluación de su propia función para participar en la mejora de su calidad educativa.

El portafolio docente debe estar vertebrado en torno a una competencia reflexiva que se esfuerza por mostrar evidencias de logro en el proceso de enseñanza-aprendizaje; es por tanto, una herramienta de mejora, planificación y acreditación profesional, contribuyendo al desarrollo del pensamiento crítico relativo a la enseñanza.

Es un espacio en el que podemos situar nuestras evidencias para reflexionar sobre ellas, valorarlas según sus fortalezas y debilidades, y finalmente obtener una propuesta de mejora que redundará en nuestra calidad docente.
Por todo esto, creo que la reflexión debe estar incluida en un apartado del portafolio y también apoyar todas las evidencias aportadas en el mismo, aunque donde más sentido le encuentro es en el proceso de enseñanza-aprendizaje, fundamentalmente en la autoevaluación, ya que a través de ella su autor responde de modo reflexivo a las cuestiones que se plantea sobre los logros alcanzados y los problemas surgidos.

En cuanto a los argumentos prácticos, creo que se debe destacar la valoración de su trabajo diario, la evolución del proceso de aprendizaje y el análisis de los resultados obtenidos de su alumnado, y por último, su disposición a la crítica constructiva.

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